Consejos de Autocuidado para Procuradores de Fondos

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1.  Auto-inventario. Piense acerca del estado de su cuerpo, mente, y espíritu. Documente dónde está en términos de su salud física. ¿Se ha hecho un examen físico últimamente? Elabore un plan para programar sus visitas anuales al doctor en su calendario cerca de una fecha significativa en su vida, como su cumpleaños o al inicio del año. Ponga atención a, y que le examinen, cualquier malestar, dolor y padecimiento corporal. Documente su nivel de hábitos de sueño y alimentación. Enseguida, pregúntese ¿qué cosas alimentan mi mente y espíritu? ¿Tengo mi mente ocupada y la mantengo ágil? Esto podría incluir preguntarse si su trabajo le estimula. Puede también abarcar tener un terapeuta que le ayude a superar los retos mentales, trastornos emocionales, o inquietudes de relación. Finalmente, ¿en qué condiciones está su espíritu, y está respetando lo que necesita para poder desarrollarse y prosperar? Para algunos, cuidar del espíritu pudiera significar unirse a una práctica de meditación, caminatas diarias, o asistir a servicios religiosos.  

2.  Haga el trabajo interno. Cuáles son algunas de las cosas en las que necesito trabajar para poder cumplir con mis propias necesidades. El autocuidado no se trata solamente de hacerse una manicura, sino también cómo nos desenvolvemos en el mundo. ¿Se preocupa por su bienestar diciendo “no” a algunas de las exigencias amenazan con robarle su estabilidad? Dígase a sí mismo, "No es un enunciado completo" y practique decirle “no” a cosas que no se alineen con sus valores y su bienestar. 

3.  Empiece en Pequeño y Sea Consistente. El cambio verdadero requiere tiempo. Es principalmente una serie pasos pequeños y consistentes. Por ejemplo, un cuerpo en buena forma no proviene de la nada. Toma tiempo, enfocándose en metas intermedias, de forma diaria. Así que, por todos los medios establezca una meta de gran alcance, pero divídala en acciones pequeñas. Elija una o dos cosas que quiera hacer y enfóquese de forma constante. Los expertos dicen que se requieren al menos seis semanas para incorporar nuevos hábitos, así que seleccione una meta y póngase en marcha. Normalice que el cambio no se da en línea, es a menudo irregular, e incluye contratiempos. Tan sólo corrija el rumbo al día siguiente. Incorporar exitosamente uno o dos hábitos le dará la confianza de que hacer otros cambios es posible. ¡No olvide celebrar las pequeñas victorias!