Cultura filantrópica binacional y el Rol del Procurador de Fondos en México y en EUA

Radicando en la Frontera más transitada del mundo y ejerciendo la profesión de procuración de fondos de forma binacional en la frontera con San Diego, California y Tijuana, Baja California podemos notar que hay una influencia cultural filantrópica, que enriquece, y se vuelve a su vez un reto importante en la zona.

Por un lado, tenemos a un tercer sector donde existen organizaciones civiles constituidas que se sostienen de recursos de Estados Unidos de América (EUA), incluso su mayoría son fundadas por ciudadanos americanos, pero no son donatarias autorizadas y son operadas por mexicanos; este perfil de organización no puede acceder a recursos locales formales o empresariales.  Por otro lado, existen las organizaciones de la sociedad civil que están profesionalizadas e incluso buscan recursos internacionales no sólo con EUA, sino también en Europa y Asia, entre otros.  Y el último escenario del sector es la comunidad abierta, en situación de vulnerabilidad que crece día a día por la crisis económica, alimentaria, la situación de inseguridad y con el reto migratorio tan fuerte que existe en la zona fronteriza.

Este contexto nos da una idea de la situación que se vive en este sector, para entender las formas, necesidades, retos y cultura a la hora de procurar fondos. EUA es un país con una cultura filantrópica muy bien establecida, sus formas de participar, donar e involucrarse con las causas son modelo a seguir e inspiran el cambio en México, incluso son parte importante en la inversión social de la zona.  

Conocer la estructura formal, los trámites de los procesos para acceder a los recursos, la forma de rendir cuentas, son parte de las herramientas que en la procuración de fondos nos abren una línea de oportunidad que permite fortalecer causas, cubrir necesidades y generar un tejido social en mejores condiciones en la zona fronteriza.

México, con su vasta tramitología, desconocimiento de las formas en el sector empresarial y algunos otros factores, nos formó para procurar fondos en otros niveles, por ello iniciar el caminar con donantes y asociaciones en EUA es mucho más sencillo, los diálogos en redacción son más simples, los procesos son claros, estructurados, generan alianzas, abren espacios binacionales dando soporte, incluso permiten acceder a recursos de forma más simple.  Un dato importante, y que marca una diferencia  con nuestro país, es que brindan apoyo para cubrir gastos administrativos y  operativos de las asociaciones, lo cual es una gran ventaja, ya que entienden y valoran  el gran trabajo que se realiza  en las organizaciones civiles, en  especial al procurador de fondos,   quien es visto como un integrante  profesional que suma a las causas, al cual se le remunera de forma justa, con parámetros bien establecidos, con un código de ética definido y una labor bien establecida.  

Sin duda el reto binacional es enriquecedor, cambiante, pero nos permite mejorar e intercambiar formas, fortalecer causas y generar mejores oportunidades para quienes habitamos y colaboramos en el llamado tercer sector.